Stéphane Roy.
Stéphane Roy estudió en la Escuela Nacional de Teatro de Canadá y ha trabajado como diseñador artístico o de escenografía en más de cien producciones, tanto en Montreal como en el extranjero. Aunque su trayectoria se centra en el teatro y la danza, también ha trabajado en cine, televisión, publicidad y espectáculos de variedades.
A lo largo de su carrera, Stéphane ha establecido estrechas colaboraciones con diversos directores y colectivos artísticos: por ejemplo, creó la escenografía de varias obras representadas en Espace Go y en el Théâtre du Nouveau Monde de Montreal, y a partir de 1990 colaboró como diseñador de escenografía con varias compañías de danza de renombre internacional, como La La La Human Steps y O Vertigo, en distintas producciones. Con semejante trayectoria profesional, un padre arquitecto, una madre involucrada en el mundo del teatro y un innovador enfoque social y artístico de los espacios de representación, el camino de Stéphane estaba predestinado a cruzarse con el de Cirque du Soleil. Su colaboración comenzó con la creación de Dralion y continuó con Varekai, Zumanity, Koozå, Zarkana y más recientemente KURIOS.
En 2011, Stéphane se convirtió en uno de los tres artistas nombrados permanentemente por el grupo de Montreal Nature Museums (Museos Naturaleza de Montreal) para crear vínculos orgánicos entre los cuatro museos de historia natural de la ciudad. También diseñó la exposición El emperador guerrero y el ejército de terracota de China del Museo de Bellas Artes de Montreal.
Sus logros profesionales le han hecho merecedor de numerosos premios y galardones. Entre otros honores, fue nombrado Artista revelación del año, en todas las categorías, por la Association Québécoise des Critiques de Théâtre en 1989. En 1992, esa misma asociación le otorgó el galardón al mejor diseño escenográfico. Otros organismos que han reconocido su talento son el Conseil des Arts de la Communauté Urbaine de Montréal, la Academia de Cine y Televisión de Canadá y la Académie Québécoise du Théâtre.
"En un mundo lírico y fantástico como el de Zarkana, el escenario (en este caso, un teatro destartalado y abandonado) es un personaje por derecho propio. Las paredes cantan, se mueven y respiran", afirma Stéphane Roy. "Hemos buscado una estética inspirada en los albores del siglo pasado, entre 1910 y 1930, a medio camino entre Gaudí, Klimt y el art nouveau. Las siluetas orgánicas son un guiño al maestro orfebre y vidriero francés René Lalique".
Stéphane Roy vive en Montreal.